La teoría del subimperialismo de Ruy Mauro Marini




La teoría del subimperialismo puede ubicarse como parte de la corriente de pensamiento que denominamos dependentista o de la dependencia.  El conjunto de los científicos que han desarrollado elaboraciones dentro de esta corriente muestran, haciendo un recuento, cuatro ideas importantes:

  • El subdesarrollo está conectado con la expansión de los países industrializados.
  • Desarrollo y subdesarrollo son aspectos diferentes de un mismo proceso.
  • El subdesarrollo no debe observarse como primera condición para un proceso de evolución. 
  • La dependencia no es sólo un fenómeno externo, sino que se manifiesta también bajo diferentes formas en la estructura interna (social, ideológica y política).
Siguiendo a Blomstrom y Hetne (cit. en Dos Santos, 2002), dentro del campo de estudios de la dependencia podemos diferenciar cuatro enfoques:
  • Estructuralistas cepalinos (es decir, dentro de la mirada de la CEPAL), como en los casos del chileno Osvaldo Sunkel, el brasileño Celso Furtado y el argentino Raúl Prebisch.
  • Dependentistas neomarxistas, entre ellos los brasileños Theotonio Dos Santos, Ruy Mauro Marini y Vania Bambirra.
  • Marxistas ortodoxos, como en el caso de Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto.
  • Los trabajos de André Gunder Frank, economista y sociólogo alemán a quien se atribuyó ser uno de los creadores de la teoría de la dependencia.

¿Cuáles son los principales postulados de la teoría de Marini?

De acuerdo al autor, la dependencia permite explicar el atraso económico de las economías latinoamericanas. En este aspecto la explicación es similar a lo que plantea Walt Rostow (una suerte de evolucionismo a partir del cual los países pasarían por etapas hasta llegar al capitalismo en forma de sociedad de consumo de masas), la CEPAL (el deterioro en los términos de intercambio, germen del subdesarrollo) y el comunismo a partir, entre otras fuentes, de las ideas leninistas sobre imperialismo.
Pero en Marini, el atraso económico latinoamericano no parece consecuencia de un desarrollo capitalista insuficiente o inacabado ni de la articulación de diferentes modos de producción, sino del modo específico en que el capitalismo se corporiza en las formaciones sociales latinoamericanas
Es decir, el subdesarrollo no sería resultado de coerción extraeconómica (diplomática y militar) ejercida por países imperialistas sobre las economías atrasadas (dominación colonial): la explicación radicaría en que, conforme el mercado mundial se expande y el capitalismo se convierte en relación social dominante, el atraso latinoamericano tendría raigambre en la dialéctica del valor y la plusvalía. La causa del subdesarrollo debería buscarse en los resquicios de la ley económica y no en la dominación política. 

La dependencia aparece como fenómeno orgánico del modo de producción capitalista: “una relación de subordinación entre naciones formalmente independientes, en cuyo marco las relaciones de producción de las naciones subordinadas son modificadas o recreadas para asegurar la reproducción ampliada de la dependencia”.
En efecto, Marini  constata el deterioro de los términos del intercambio: las exportaciones latinoamericanas (principalmente productos primarios) verían reducidas, con el correr del tiempo, su capacidad para importar bienes industriales desde los países desarrollados. Ahora bien: este deterioro no sería, tal cual sostienen otros autores, producto del falseamiento extraeconómico (monopolios) y/o de las variaciones en la oferta y demanda. Para Marini, son la expresión de la operación de la ley del valor en el mercado mundial.
Existirían tres mecanismos que explican ese deterioro en términos de expresión de la ley del valor (1) en el mercado mundial:

  • Primer mecanismo: las transferencias de valor se producen desde economías cuyos capitales ocupan en sus procesos de valorización más tiempo de trabajo en la producción de una mercancía hacia economías de países cuyos capitales son más eficientes (es decir, invierten menos tiempo de trabajo por unidad de valor de uso). Es decir que los países dependientes producen más valor que el que consiguen apropiarse; los países desarrollados se apropian así de un plusvalor extraordinario, ya que sus productos (los bienes industriales) se producen de manera más eficiente quizás en virtud del adelanto técnico y tecnológico. 
  • Segundo mecanismo: se vincula con la composición orgánica del capital, es decir, la relación entre capital constante (materias primas, maquinarias) y capital variable (fuerza de trabajo). Con el desarrollo del capitalismo se incrementaría el uso de maquinarias, con lo cual esta composición orgánica se observaría impactada. De esta manera, los capitales cuya valorización se desarrolla en sectores con mayor composición orgánica del capital (es decir, en países desarrollados) participan en la apropiación de ganancias en el mercado mundial en una proporción mayor a la que contribuyen. Ocurriría lo contrario con los capitales que poseen menor composición orgánica (situación típica de los países dependientes). En otras palabras, "en la medida en que las economías dependientes se especializan en la producción de bienes de uso que requieren una mayor intensidad en el uso de fuerza trabajo en relación a los medios de producción respecto a lo que sucede en los países del capitalismo avanzado, las relaciones de intercambio entre estos generan la transferencia de una porción de la plusvalía hacia las economías con mayor composición orgánica".
  • Tercer mecanismo: se relaciona con las situaciones donde existe monopolio. Para determinados productos (usualmente aquellos de mayor complejidad tecnológica, que quizás involucren mayor capital orgánico) los capitales de los países avanzados tienen monopolio de producción. Temporalmente, los precios de mercado serán superiores a sus precios de producción (es decir, capital constante + capital variable + tasa media de ganancia) consiguiendo con ello una ganancia extraordinaria cuyo origen es una parte del valor agregado generado en los países dependientes, que en general no poseen control monopólico de técnicas de producción y tecnología en ningún sector. 
En correlato de la combinación de estos tres mecanismos generadores de desigualdades en las relaciones de intercambio de los capitalismos dependientes latinoamericanos, Marini desarrolla su categoría de superexplotación. Según este, las burguesías latinoamericanas buscan compensar las transferencias internacionales de valor a través de un mecanismo que opera a nivel del primer momento de proceso de circulación interna del capital: la compra de la mercancía fuerza de trabajo por debajo de su valor, la superexplotación del trabajador.
Así, algunos países latinoamericanos con economías semi - industrializadas seguirían una secuencia:
  • Vincularse a mercados externos en un rol dependiente, mediado por transferencias de valor.
  • Llevar adelante una política expansionista respecto de mercados vecinos.
  • Practicar una superexplotación de la fuerza de trabajo local.
  • Restringir la demanda en el mercado doméstico (2).
Marini define al subimperialismo como: 

"la forma que asume la economía dependiente al llegar a la etapa de los monopolios y el capital financiero. El subimperialismo implica dos componentes básicos: por un lado, una composición orgánica media en la escala mundial de los aparatos productivos nacionales y, por otro lado, el ejercicio de una política expansionista relativamente autónoma, que no sólo se acompaña de una mayor integración al sistema productivo imperialista sino que se mantiene en el marco de la hegemonía ejercida por el imperialismo a escala internacional"

A partir de la noción de subimperialismo el autor analiza las relaciones internacionales del Brasil en las décadas de 1960 - 1970: utiliza para ello variables vinculadas con la forma en que operan las leyes de la acumulación del capital en una economía dependiente y su incidencia sobre comportamiento del estado y su política exterior. En el caso brasileño ambos elementos cuajan en la adopción de un status de potencia de carácter medio, poseedora de su propia área de influencia en el ámbito regional.
Katz señala que el Brasil de esos años había recibido inversiones extranjeras cuyo impacto había aumentado la capacidad de producción, generando excedentes invendibles en el mercado interno. Así, las empresas multinacionales promovían la colocación de esos sobrantes en los países vecinos: el subimperialismo apareció en términos de Marini como un concepto que articulaba esa acción compensatoria. El brasileño habría elaborado la idea de status subimperial observando "las economías dependientes intermedias, que mantenían relaciones singulares con el imperialismo central. Frente a la errónea identificación del prefijo sub con la subordinación a mandatos ajenos, precisó que esa conexión implicaba una combinación del sometimiento con asociación y autonomía".

El subimperialismo, de esta formaretrataba la conversión de una economía latinoamericana dependiente en exportadora de mercancías y capitales. Las firmas contrarrestaban la estrechez del mercado local con ventas en el radio circundante. Esa incursión externa desbordaba la esfera industrial e incluía a las finanzas 

(1) Tengamos en cuenta que el principio general de la teoría marxista supone que el valor (de cambio) está determinado por el número de horas necesario para producir una mercancía. El valor de una mercancía varía entonces directamente en función de la cantidad de trabajo e inversamente en función de la productividad del trabajo. Un incremento en el capital constante generaría, por ejemplo, que un trabajador produzca muchas más unidades en menor tiempo: eso nos llevaría a pensar que el valor de la mercancía sería menor. No obstante, y dada la transferencia de valor desde los componentes del capital constante a los bienes producidos (considerando el trabajo depositado en las nuevas maquinarias), se morigeraría esa declinación del valor generado. 
Con el desarrollo del capitalismo se produce un aumento de la cantidad de maquinarias que utiliza cada trabajador: se incrementa la composición orgánica del capital. Las maquinarias producen un aumento en la productividad del trabajo, vinculada a las innovaciones. La transferencia de este proceso en la creación del valor no sería inmediata y habría dos efectos: uno relacionado con un alza, vinculado al volumen producido (cuanto más máquinas mayor será el valor) y otro que influye a la baja (el progreso técnico hace disminuir el valor unitario de los bienes producidos). Sin embargo, para Marx el efecto volumen es el dominante. 
(2) A ese respecto el propio Marini dice que "es natural que, en estas circunstancias, el desarrollo industrial latinoamericano tendiera a apoyarse en la expansión de mercado constituido por los grupos de ingresos altos y medianos, divorciándose por tanto de las necesidades de consumo de las masas". 

Fuentes:

Avendaño, R. (2014). La teoría del subimperialismo de Ruy Mauro Marini en el siglo XXI: una revisión crítica a la luz de la actual internacionalización del capital brasileño. Conferencia en el marco del VII Congreso del IRI / I Congreso del CoFEI / II Congreso de la FLAEI. La Plata, Argentina.

Katz, C. (2016). Las modalidades actuales del subimperialismo. Revista Tensiones Mundiales. Universidad del Estado de Ceará. 
 -----------------       Subimperialismo I. La revisión de un concepto. En revista web Kavilando.org
 
Universidad de Alcalá. Departamento de Fundamentos de Economía e Historia Económica. Historia del pensamiento económico: apuntes del prof. C.M. Gómez Gómez.



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Imperialismo: una mirada desde la Geografía, pensada desde el aula.

Marxismo y espacio geográfico

Mapas de isobaras: la representación de la presión atmosférica sobre el espacio geográfico.